Mi función en el Consejo como juez social de la Universidad de Málaga es hacer visible el papel de la economía social y, en concreto el de cooperar para que haya esa comunicación entre la Universidad y sus objetivos y la realidad que representa la economía social en la sociedad actual para que haya formación, investigación y también una estrategia de coordinación entre la sociedad de la universidad.
Todas esas funciones las debe de cumplir la Universidad de Málaga para dar respuesta a esa necesidad en toda la provincia. La sociedad malagueña, teniendo en cuenta no solamente Málaga capital sino también el mundo rural, también las necesidades del territorio, están viendo problemas actuales como el cambio climático. La sociedad demanda a la propia Universidad que esté más vinculada con los problemas reales para que la investigación, la formación, la cualificación de todo personal esté adaptado y pueda dar respuesta al mundo que, sin duda, requiere de mucho humano, de mucha solidaridad y de persona muy comprometida y formal.